Postulación y Admisión

Ambos sistemas tienen un origen histórico común. Rudolf Steiner, fundador de la educación Waldorf, compartió las ideas centrales del movimiento de la nueva escuela, donde participó con María Montessori. Podríamos decir que las diferencias centrales son que la educación Montessori tiene una postura cientíca frente al tema educativo, desarrollando el pensamiento lógico matemático a través de una serie de materiales propicios para el desarrollo de las habilidades que este tipo de pensamiento requiere. La educación Waldorf, en tanto, se centra en el desarrollo de las habilidades artísticas y creativas en los primeros años del desarrollo del niño, momento en el que Montessori ya trabaja directamente en la formación del pensamiento lógico.

Nuestro propósito educativo es apoyar la formación del joven logrando características de personalidad tales como: Autonomía, autodisciplina y autogestión, es decir, el joven que egresa de nuestro colegio tiene un mayor desarrollo de su conciencia corporal, social, emocional, intelectual y espiritual, incorporando en la conguración de su identidad el valor de la paz como una manera de relación y de aporte a su medio y su realidad.

En términos generales, sí. Un niño puede adaptarse a una dinámica de aprendizaje distinta. Sin embargo, es necesario considerar que cada niño necesitará un tiempo para realizar este proceso y que este dependerá de su particular historia de desarrollo. Es importante señalar que este enfoque educativo surge de las necesidades que el niño maniesta en las distintas etapas de desarrollo, por lo tanto, no es él quien se ‘adapta’ al medio, sino más bien el ambiente educativo el que se adapta al niño. En cuanto a los adolescentes, hemos observado que logran integrarse adecuadamente al sistema cuando en su historia han desarrollado habilidades de autonomía y autodisciplina acorde a su etapa de desarrollo. Especialmente, el adolescente requiere de un acompañamiento adecuado durante este período de integración, ya que necesita sentirse reforzado e incluido, considerando que su autoestima se arma en sus pares y medio en general. Los niños que presentan necesidades educativas especiales en el aprendizaje requieren ser evaluados y observados, ya que no siempre, y dependiendo de las características de dichas dicultades, sería recomendable o no el sistema para el niño. Es muy importante señalar que, además de considerar la adaptación del niño al colegio, es fundamental el trabajo en conjunto con la familia: visión, expectativas y necesidades, serán determinantes para el ingreso del niño, su adaptación y aprendizaje.

Es importante, antes de responder esta pregunta, tener ciertas consideraciones previas: El Colegio Pucalán Montessori desde su fundación en el año 2000 cuenta con el reconocimiento ocial del MINEDUC. El Ministerio pide que nos rijamos según un Marco Curricular que es una ley del estado. Propone planes y programas, que el colegio usa como base en los aprendizajes de los estudiantes. Según lo anterior, efectivamente, el colegio se rige por el Marco Curricular vigente, que propone objetivos mínimos, objetivos transversales y contenidos asociados. La mayor distinción es de orden metodológica y no en relación con los contenidos abordados, ya que al ser un colegio Montessori, la forma de aplicar los contenidos cambia y se basa de acuerdo a nuestra metodología, materiales y ambiente preparado.

Los niños en Montessori no hacen lo que quieren, sino que eligen lo que hacen, trabajan, investigan, se mueven, hacen lo que les ayuda a crecer y desarrollarse, lo que implica respetarse a sí mismos y a los demás. Es un hacer con sentido y los guías apoyan esta orientación. Los niños tienen libertad para elegir sus actividades, pero dentro de un marco establecido, eligen entre opciones de este hacer, es decir, tienen la capacidad de escoger diversos trabajos y también elegir la ruta que más se acomode a su tipo de inteligencia para lograr la meta propuesta. El elegir desarrolla la voluntad del niño. Sin ésta, no podríamos pensar en el desarrollo de la libertad y la responsabilidad, temas centrales para nuestro proyecto.

Más que hablar de disciplina en el colegio nos referimos a tener una “conducta responsable”, lo que signica hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos, dialogar para resolver conictos y aprender desde el error. La disciplina no constituye aprendizaje, porque si enfocamos un espacio educativo desde esta dinámica incluimos el castigo como una herramienta pedagógica, tema que no compartimos desde nuestra visión del ser humano y desde nuestra concepción de educación. El colegio, consensualmente con sus estudiantes, genera reglas y límites básicos de funcionamiento, como marco de acción. Pocos, pero muy consistentes. Lógicamente, hay consecuencias relacionadas con la conducta que se aplican si hay trasgresión a estos acuerdos. Insistimos en que se trata de acuerdos posibles de aprender por los estudiantes, siempre favoreciendo el diálogo y la coherencia de nuestras acciones.

La competencia, entendiéndola como el establecimiento de jerarquías y de status entre los niños -los mejores, los ojos, los lentos, etc.-, genera un clima emocional agresivo y de no respeto a las características de cada personalidad. Va en contra de lo que entendemos por valoración de la diversidad, ya que basa una relación educativa en un ambiente donde faltamos el respeto a nuestros estudiantes corrigiendo no sus haceres si no sus seres. Es difícil pensar en un adecuado clima emocional cuando la competencia, desde la perspectiva anterior, está presente. Más bien hablamos de ser competentes, es decir, dar respuestas con el mayor desarrollo de las capacidades personales que necesariamente deben ponerse al servicio de la comunidad. Creemos que debe primar el valor da la colaboración y no la competencia, ya que lo primero es lo que distingue realmente al ser humano y, por lo tanto, humaniza todo el proceso educativo.

La evaluación es una etapa que pertenece al proceso de aprendizaje, es un momento del aprender continuo y permanente. Para la educación Montessori está plenamente presente, fundamentalmente, a través de la observación directa del desempeño del estudiante en los distintos ámbitos del proceso educativo. Dentro de la evaluación existe lo que comúnmente llamamos calicación, que signica llevar las observaciones de los distintos desempeños de nuestros estudiantes a escalas cuanticables, tema que evidentemente está presente dentro de nuestro trabajo. Los estudiantes participan del proceso de evaluación activamente a través de la autoevaluación de su propio proceso, lo que les permite tener una visión de su desempeño.

La orientación general sobre este tema es que las tareas no deben convertirse en un tema de frustraciones y compensaciones por lo que el niño no realizó en el colegio. Las tareas ayudan a generar hábitos de estudio, apoyan la formación de la responsabilidad y autonomía. Ese es su sentido. Sin duda que al respecto es necesario considerar la edad del estudiante. La realidad es que a medida que ellos crecen, las responsabilidades y las tareas aumentan de manera paulatina.

Las edades heterogéneas en el salón responden a un requisito de la educación Montessori basada en las siguientes premisas: El desarrollo de un niño no coincide necesariamente con su edad cronológica, es decir, un niño puede manifestar un mayor desarrollo en ciertas áreas. El desarrollo no es homogéneo ni lineal. Un ambiente de distintas edades involucra estímulos más diversos que respetan las áreas de mayor y menor desarrollo que pueda manifestar un niño. Las edades heterogéneas disminuyen la competencia, generándose un ambiente de mayor colaboración entre niños pequeños y grandes. Muchas veces se observa que son los mismos niños los que se explican contenidos y trabajos, dando vida efectivamente a ambientes más solidarios y donde se hace realidad el aprendizaje colaborativo. El trabajo con niños de diferentes edades genera un ambiente más creativo y menos homogéneo, además de ser un espacio más real en relación a lo que luego tendrá que vivir el niño. Por ejemplo, los espacios laborales no necesariamente tienen personas de las mismas edades.

El programa de Enseñanza media está generado por el Houston Montessori Center, centro de investigación en educación Montessori que pertenece a la American Montessori Society. El programa, en cuanto a los contenidos propuestos, ha sido modicado respetando el marco curricular chileno. La estructura del programa surge de una interesante reexión sobre el adolescente desde la psicología y desde la losofía Montessori. La idea fue generar un ambiente adecuado a esta especial etapa, permitiendo el desarrollo de la identidad como gran tarea del adolescente, continuando con el trabajo en autonomía y generando una conducta responsable. Es necesario entender que esta etapa requiere de un especial espacio educativo, donde se conjugan una serie de factores que van desde la estructura de los horarios y la generación de ciclos de trabajo acotados en el tiempo y la temática, hasta la actitud de los profesores de este nivel. El propósito central en cuanto a la metodología aplicada se relaciona con generar transversalidad en las habilidades y contenidos de estudio, favoreciendo un aprendizaje más signicativo de parte de los jóvenes. El desarrollo de la conciencia corporal, social, comunitaria y espiritual es clave dentro del programa.

El colegio con su enfoque educativo prepara al niño y al joven para la vida, lo que también incluye la universidad o estudios superiores. Queremos acompañar la construcción de la propia identidad y esto, sin duda, se relaciona con la elección de la propia vocación. Ello signica un trabajo planicado en el área de desarrollo personal de nuestros jóvenes. En el ámbito académico se abordan todos los contenidos necesarios para las mediciones de ingreso universitario y, fundamentalmente, hacemos énfasis en el desarrollo de habilidades de pensamiento. Estas, hoy en día, son las que realmente sirven a nuestros estudiantes para desenvolverse en el mundo de la educación superior. El ingreso a la universidad no es lo que en primer lugar orienta el proceso educativo, esto sería un resultado de una tarea enfocada a la formación de la personalidad y las habilidades necesarias para desenvolverse en la vida actual.

Es importante ver a qué edad se cambia el niño de colegio. Normalmente, mientras más pequeño mejor será el proceso de adaptación que tendría que vivir. Una de las características de un niño con salud emocional apropiada, es su enorme capacidad de adaptación. El colegio favorece los aprendizajes que se relacionan con esta habilidad. De ahí que, si un niño debe cambiarse de colegio o de metodología educativa, tendrá la capacidad tanto emocional como cognitiva, contando con la compañía pedagógica adecuada, de adaptarse a este nuevo ambiente.

Los docentes del colegio son profesionales que han realizado un postítulo en educación Montessori en distintas instituciones que imparten esta formación, como el Centro de Estudios Montessori de Chile (CEM), Centro de Investigación y de Especialización en la Filosofía y Metodología Montessori (CEIEM) o la Asociación Montessori de Chile. El quipo de guías de Casa de Niños y Talleres I, han sido certicadas por A.M.S (American Montessori Society). En el programa de enseñanza media, el colegio fue asesorado y evaluado por el Houston Montessori Center, entidad perteneciente a la A.M.S (American Montessori Society) Actualmente la fundación cuenta con el Centro de Innovación y Estudios Montessori (CIEM) que capacita a todos los profesores que ingresan al colegio.

El colegio realiza jornadas y talleres de formación durante el año abordando diversos temas de educación Montessori y de formación general. Asignamos un enorme valor al trabajo con los padres, dadas las necesarias coherencias que deben existir entre las prácticas del colegio y las del hogar. Los padres deben observar el trabajo de sus hijos en el salón de clases para entender el funcionamiento esencial de un ambiente preparado. Así también, son muy frecuentes las entrevistas entre educadores y apoderados, para establecer acuerdos en cómo apoyar de la mejor forma el proceso de desarrollo y de aprendizaje del estudiante. Adicionalmente la fundación cuenta con el Centro de Innovación y Estudios Montessori (CIEM) que realiza talleres de formación para las familias que ingresan al colegio.

El colegio no es un colegio bilingüe. Nuestra propuesta se basa en la enseñanza intensiva del idioma inglés, entendiendo por esto una práctica metodológica estructurada de acuerdo con el manejo del idioma de los estudiantes. Hay clases de inglés todos los días en dinámicas de pequeños grupos de trabajo.

El deporte es fundamental dentro de la formación de nuestros niños y jóvenes. La perseverancia y la constancia son hábitos mentales necesarios de desarrollar. Muchas veces, a través de las prácticas de un deporte dichas habilidades se desarrollan mejor que en el espacio del salón de clases. Desde la perspectiva del proyecto educativo del colegio, el deporte es uno de los pilares fundamentales. No se trata de desarrollar deportistas de elite sino más bien de aprender a vivir mejor a partir de espacios sanos, como el deportivo.

Nuestro colegio propone una formación espiritual del niño basada en la profunda visión del ser humano como un ser trascendente y que se orienta por valores como la solidaridad, generosidad y responsabilidad. Nuestra propuesta pone en el centro el respeto y valor por la diversidad y, por lo mismo, el tener distintos credos o posturas religiosas no es un impedimento para ingresar a nuestro colegio. Tampoco separamos el desarrollo de la espiritualidad del desarrollo integral de nuestros estudiantes. La espiritualidad se integra en el quehacer cotidiano, en cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con el mundo que nos rodea y con los demás. Adicionalmente las familias pueden optar por el taller de formación católica que a partir de tercero básico incluye el proceso de preparación para la Primera Comunión.

Trabajamos la educación ambiental a través del desarrollo de diferentes instancias educativas y comunitarias que llevan a la práctica de la presencia plena. Creemos que aprender a estar en el presente, permite conectarse con el valor de escucharse internamente y poder así, ir conociendo poco a poco el ambiente más importante, que es el propio, para luego, desde esta experiencia de autoconocimiento, poder vincularse de una forma segura, activa, coherente y responsable, con todos los ambientes exteriores con los cuales interconectamos para el desarrollo de la vida. La presencia plena permite que se viva la conciencia y la experiencia de ser parte de algo más grande, y que todas las acciones, tienen consecuencias en la red innita de la que somos parte. El trabajo en el huerto en todos los niveles del colegio, desde Nido hasta Academias, entrega el espacio físico, que invita siempre a volver al presente, y se transforma en la columna vertebral del trabajo en educación ambiental, ya que desde este lugar, surgen y se expanden cientos de experiencias prácticas, sensoriales, y colaborativas, que llevan a la reexión personal y colectiva de grandes preguntas y desafíos globales de diferente índole. Trabajamos para que cada día, podamos pasar más tiempo en y con la naturaleza, para valorar y sentirnos parte de ella, y como consecuencia, cuidarla y coexistir de la manera más responsable posible.